"En la boca del lobo" es un taller experimental de literatura basado en los arquetipos del héroe de Campell y, hace unos días, un hombre que asistía al mismo comentaba que era la segunda vez que volvía a hacerlo.
Le preguntó nuestro profesor, Eduardo Fraile Vera, la razón por la que repetía la experiencia, y confesó el hombre que no lo sabía muy bien, que tenía la impresión de que si le examinaban a cerca de los conocimientos que había sacado en claro en anteriores sesiones, poco podía responder, pero que se identificaba con el monje de una fábula zen.
Un joven monje zen preguntó a su maestro:
"maestro, ¿qué puedo hacer para transportar el agua de este pozo a este barreño?
El maestro le respondió: "coge este cedazo que aquí ves, llénalo de agua y vete echándolo en el barreño hasta que se llene".
Así estuvo todo un día el monje, sin descanso, y al final de la jornada se acercó a su maestro y le dijo: "maestro, he estado todo el día tal como me dijiste llenando el cedazo de agua y llevándolo al barreño, y ha sido en vano porque el barreño sigue vacío.
Entonces se dirigió el maestro al joven con una sonrisa y le dijo: "¿pero te has fijado qué limpio te ha quedado el cedazo?"
Quizás ocurra que sea el reconocimiento (o el extrañamiento) de una misma el hallazgo de lo que en principio no buscaba, porque como en el viaje del héroe, una nunca encuentra aquello que ha salido a buscar.
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