jueves, 30 de junio de 2016

DESPEDIDA



De entre los hermanos de mi padre, al que con más cariño recuerdo es a mi tío Fermin. Mi tío Fermín me adoraba, y me lo demostraba jugando, haciéndome rabiar, enseñándome trucos, dándome después de comer una copa de ponche Soto... ya sé que este proceder le hubiese llevado en estos tiempos a lidiar con la justicia o con la asistencia social... pero aquellos eran otros tiempos, en los que a las niñas nos daban quinito, quina San Clemente y mejunjes semejantes que en mi caso me animaban y me ponía graciosa, a cantar, a bailar... así era.

Mi padre tenía otro hermano, Vicente. Mi tío Vicente había sido teniente de  Gudaris durante la guerra civil y después de ser apresado por "rojo", pasado un tiempo por la cárcel en Ceuta y librado de la pena de muerte, se exilió a Brasil, donde después de casarse por poderes con una mujer de Arrasate, residió allí muchos años.   

Mi tío Vicente venía a visitarnos a Vitoria con una cierta frecuencia. Los primeros años hacía el viaje desde Brasil en barco y la travesía le costaba una barbaridad. Más tarde empezó a hacer los viajes en avión. De hecho tengo el recuerdo, siendo yo una niña, del aeropuerto de Sondika, de toda la familia reunida a píe de avión (entonces nos dejaban entrar hasta la pista de aterrizaje) esperando su llegada. Todavía al evocarlo puedo sentir la inquietud de la espera, del tiempo que transcurría desde el aterrizaje hasta su presencia en la escalerilla del avión.

Mi tío Vicente era un héroe para mí. Cada vez que venía de Brasil, traía regalos y sobre todo anécdotas. Pasaba casi toda su estancia en Luko, en casa de mi tío Fermín y mi abuela Gerarda, y solía coincidir con mis vacaciones de verano. 
Yo, como era una niña un poco estorbo, me dejaban casi todo el verano aparcada allí y compartía el tiempo con mis dos tíos preferidos.
Mi tío Vicente me enseñó a jugar a las cartas, sobre todo al mus. Me enseñó a jugar a pelota mano, (a el le encantaba jugar a pelota en frontón y lo hizo casi hasta el final de sus días) en Sao Paulo, se había construido un pequeño frontón para practicar asiduamente.

Cuando las estancias de mi tío Vicente llegaban a su fin, toda la familia en pleno nos juntábamos en una gran comida para despedirle. 
Era entonces, al  acercarse la hora en que mi padre lo iba a llevar al aeropuerto, el momento en que mi tío Fermín, sin que nadie nos diéramos cuenta, desaparecía como por arte de magia, y retornaba cuando ya el coche de mi padre había alcanzado supuestamente varios kilómetros.
Recuerdo cómo a mi madre ésta actitud le enfadaba. Le parecía a ella que era una señal un tanto cobarde el no tener la valentía de despedirse, e incluso creo que lo consideraba un gesto algo rancio.  

Pues bien, a lo que voy. 
Ha llegado la hora de despedirme y siento ganas de marcharme sin que nadie se de cuenta, como mi tío Fermín, escondiendo la emoción y la pena que me deja el abandonar este cuaderno que me ha acompañado durante estos meses de mi curso sabático.
Sin embargo, en honor a aquellos pensamientos de mi madre, voy a decir adiós, y voy a agradecer de corazón la perseverancia de todas las personas que me han seguido, acompañado, corregido y comentado las entradas que he ido publicando. 

El lema de este cuaderno es la frase de Eduardo Galeano: "Somos lo que hacemos para cambiar lo que somos". Estoy plenamente de acuerdo, porque la vida es un gran viaje y para vivirla hay sólo una cosa que debe evitarse: el miedo al cambio.

Gracias amigas y amigos, 
hasta siempre.
CMV

lunes, 27 de junio de 2016

ISRAEL Y JORDANIA



Esta foto que ven aquí es tan sólo un trozo del muro que rodea la ciudad de Belén, situada a 9 km al sur de Jerusalén, en los montes de Judea, en la región conocida como Cisjordania. En 1967, durante la Guerra de los Seis Días, fue ocupada por los israelíes al igual que el resto de Cisjordania hasta diciembre de 1995, en que, a raíz de los acuerdos de Oslo fue transferida como parte del territorio administrado por la autoridad palestina. La mitad de su población es musulmana y la otra mitad es cristiana, en su mayoría ortodoxos y en menor medida católicos. También es una ciudad importante para los judíos que veneran la tumba de Raquel, situada a la entrada de la ciudad y el lugar donde nació y fue coronado el rey David.

El gobierno de Israel tiene rodeada la ciudad con este muro y con pasos de control, lo que impide el libre tránsito de sus habitantes
que no pueden abandonar la ciudad sino es con permisos especiales, y ocurre lo mismo para los israelitas que quieren visitar la ciudad, que se encuentran con la misma situación.  

Esto es actualmente Belén, rodeada por lo que se llamó "el muro de la vergüenza".

Jerusalén tiene también su parte vieja rodeada de una muralla y repartida por zonas: una es la parte musulmana, otra la judía, otra la armenia y otra la cristiana.
Tiene la ciudad siete entradas y aparentemente se puede circular por todas las zonas con cierta libertad, aunque en la práctica los check points del ejército estén presentes cada dos pasos en la zona musulmana y que para entrar al muro de las lamentaciones desde esta zona haya fuertes medidas de seguridad y un paso de control estilo aeropuerto para los turistas que en algunos casos no somos bien mirados por los judíos ortodoxos que agitan sus tirabuzones con paso precipitado dirigiéndose al muro.
Las esposas de estos judíos ortodoxos tienen cuando se casan la obligación de raparse la cabeza y a partir de ahí vestir una peluca para no resultar atractivas a la mirada de otros hombres.
La noche de bodas son cubiertas con una sábana y a través de ella se lleva a cabo el acto sexual, por un lado para evitar el contacto visual y por otro para dejar constancia de la "pureza" de la mujer.

Habíamos estado paseando por la zona musulmana un buen rato y disfrutando de ese ambiente abigarrado propio de los zocos árabes repletos de comida (a pesar del ramadán), especias, alfombras, baratijas y regalos y yo había comprado un colorido póster con el eslógan de "visite Palestina". El vendedor me lo había envuelto en papel de periódico hábilmente enrollado de manera que pudiese transportarlo sin perjuicio de ser estropeado hasta mi destino. De su interior no se veía nada, sólo se adivinaba por la forma que se trataba de un póster. Al ir a cruzar hacia el muro y pasar el control, uno de los militares, por cierto de nacionalidad ecuatoriana, me preguntó si el póster era palestino, al decirle que así era me dijo que no podía pasar con él y me conminó a dejarlo allí en consigna y recogerlo al salir.    

Asistimos también en otro momento, en la misma zona palestina a un brutal ataque por parte de militares israelíes contra un palestino al que patearon y golpearon hasta llevárselo custodiado probablemente a los calabozos. Los israelíes eran más de una docena, todos ellos armados, frente al palestino, que no sabemos porque razón (probablemente alguna increpación) se vio envuelto en esta situación. 

Sirvan estas dos pequeñas anécdotas para ilustrar el ambiente, grado de violencia y de espacio sitiado que desde fuera se puede observar.

Es Jerusalén una ciudad con un pésimo transporte público, lo que obliga a sus ciudadanos a desplazarse en coches particulares que forman interminables colas y atascos en las vías principales.

Los "lugares santos" están abarrotados de turistas llegados de todos los confines para rendir culto, catalizar o simbolizar sus creencias.
Son lugares que transitan el consciente y el inconsciente colectivo, que se recrean a sí mismos y que engordan el negocio de las religiones monoteístas. 

El memorial de Yad Vashem, situado en las verdes laderas de Har Hazicaron (Monte del Recuerdo)  está dedicado a la memoria de los seis millones de judíos víctimas del Holocausto. Se estableció en 1953 como centro mundial de documentación, investigación, educación y conmemoración del exterminio.
En el año 2005 se inauguró un nuevo museo en forma de prisma que penetra dentro de la montaña. En el "Santuario de la Memoria" hay una llama perpetua. Allí se han enterrado cenizas de las víctimas cremadas. El Children Memorial es un edificio anexo dedicado al recuerdo de los niños judíos que perecieron en la Shoá.
La visita al lugar es emotiva, como lo es el recuerdo de cualquier genocidio.

Jordania limita con Israel y es un estado rodeado, ahora más que nunca por el bloqueo Sirio, que ha recogido a cientos de refugiados que han aumentado la población y que agudizan el problema de la escasez de agua que asola a este país asentado en un gran desierto.
A las ciudades llega el agua un día por semana con la que llenan sus depósitos sobre tierra o subterráneos para su uso. 
El mítico río Jordán se evapora por efecto del calentamiento, llegando al mar muerto como un riachuelo herido que obliga a descender el caudal del Mar Muerto en un metro anual aproximadamente.

El Mar Muerto reposa con sus aguas calmas y densas en el punto más bajo de la tierra, y mirarlo y adentrarse en sus aguas es una experiencia pleistocénica, como un retorno a lo todavía no creado.

La economía de Jordania se sostiene principalmente por el dinero que reciben de la población que ha emigrado a trabajar hacia Arabia Saudí y los Emiratos Arabes.

Todas las personas se casan en Jordania. Los hijos varones se quedan cuando se casan a vivir en la casa de sus padres y las hijas son las que salen del seno de su familia para vivir en la de sus suegros, de ahí que las casas en su mayoría estén inacabadas, apuntando al cielo los hierros que servirán para hacer una nueva planta a medida que los hijos varones se vayan casando y se necesite espacio para el asentamiento.

Es el hombre el que aporta la dote al matrimonio y el que paga el divorcio si lo hubiere. La tasa de divorcios se encuentra entre el 5 y 5 y medio por ciento. 

Ammán es una ciudad multiforme, con barrios levantados de la mano de beduinos que fueron expulsados de sus asentamientos y que construyeron sus moradas reagrupándose en zona urbana sin plan urbanístico. Estos barrios contrastan con otros de mucha mejor construcción y acabados, con algo de verde y arboleda en las partes altas de la colina y que pertenecen a otra clase social o a habitantes procedentes de los Emiratos y de Arabia Saudí.

Petra, en palabras del famoso poema de Dean Burgon: "Hazme igual a la maravilla celosamente guardada por el sol del este/ Una ciudad rosada tan antigua como el tiempo...", es la gran joya jordana, la atracción más importante. Es un lugar aislado de escarpadas laderas rocosas, cimas recortadas y profundos acantilados en la que excavaron la mayoría de las tumbas, fachadas, teatros y escaleras la tribu de los nabateos, procedentes de la península de Arabia y que se asentaron en este enclave hace más de 2.200 años y donde acabaron convirtiéndose en los indiscutibles amos de las rutas comerciales de la región, con aplicación de peajes y protegiendo las caravanas cargadas con incienso y mirra arábigo, especias y sedas indias y marfil y pieles de animales africanos.
Este negocio les permitió establecer y organizar un poderoso reinado que se extendía hasta la hoy infortunada Damasco e incluía partes de los desiertos del Sinaí y Néguev.
Los nabateos eran gente inteligente y práctica que no creyeron en la exclusividad nacional y se abrieron a las influencias externas, absorbiéndolas y añadiéndoles su propio sello nativo. Surgió así una maravillosa mezcla cultural donde paseando se distinguen estilos propios del arte clásico grecorromano, egipcio, mesopotámico y local fusionados en cada obra de arte.

El desierto de Wadi Rum, "Inmenso, solitario... como tocado por la mano de Dios" que tan elegantemente describía T.E. Lawrence, un laberinto de paisajes y rocas monolíticas que se erigen desde el suelo creando espacios vacíos y sin límites.

Madaba, la ciudad de los mosaicos, a donde llegamos por una carretera de 5.000 años de antiguedad conocida como el Camino de los Reyes, con la iglesia de San Jorge, donde se encuentra el mapa mosaico bizantino y omeya más antiguo que se conozca en la Tierra Santa. Formado por dos millones de piezas hechas con piedra local de vivos colores, muestra colinas y valles, pueblos y ciudades desde Jerusalén hasta el delta del Nilo.

Jerash, antigua ciudad de la Decápolis, cuyas ruinas representan una de las ciudades más importantes y mejor conservadas del Próximo Oriente.

El Monte Nebo, el último lugar visitado por Moisés, según el Deuteronomio  donde se narra cómo Moisés, negada la entrada de la Tierra Prometida a la que dirigió a los israelitas desde Egipto, vio la tierra de Canaán desde su cima antes de morir.

En definitiva un viaje lleno de evocaciones míticas: Belén, Jerusalén, el Monte de los Olivos, la Gruta del Nacimiento de Jesús, Getsemaní, el Santo Sepulcro, la Tumba del Rey David, el Cenáculo de la última cena, la Vía Dolorosa, el Río Jordán, el Mar Muerto... lugares que independientemente de coincidir con el espacio geográfico, son recintos simbólicos que pertenecen a parajes que nos habitaron en la niñez, un regreso a la otra patria de la infancia.



domingo, 26 de junio de 2016

NOCHE CON MURCIELAGOS





En la ciudad los murciélagos no son visibles, seguro que están ahí, bajo el alero de la casona deshabitada, la que está junto a esa vía tan concurrida, rodeada por una verja desvencijada y con las ventanas tapiadas para que ningún ocupa importune a los fantasmas que deambulan cada noche de estancia en estancia, soñando con un pasado antiguo, ignorando que ya no pertenecen a este tiempo.
Aquí en el pueblo, sin embargo, salen en bandadas, vuelan alocadamente, se acercan con osadía hasta el balcón en el que miro la luna que acaba de asomar tras la silueta negra de la montaña.
Al principio he pensado que eran aves, golondrinas o pajarillos cuyo nombre desconozco, pero no, hay una diferencia básica entre ellos, las aves pían, no pueden volar sin llamar la atención, su territorio está iluminado, necesitan la luz para emprender el vuelo.
Los murciélagos en cambio, son silenciosos, vuelan tan rápido que no puedo seguirles con la mirada, la oscuridad impone además una dificultad añadida. Su tiempo es la noche, el silencio.

Temo que el ala de alguno de los murciélagos me rocé la piel o se pose sobre mi cabeza y se enrede entre el pelo, me sobrecoge el pensarlo y con un leve estremecimiento apago el cigarrillo en una maceta y vuelvo adentro a acostarme, quizá para soñar con murciélagos negros que vigilan mi sueño agazapados en la maceta del balcón.

                                                       PILAR (Apuntes)


viernes, 24 de junio de 2016

LA NOCHE DE SAN JUAN



Experimentamos un terror tremendo cuando sentimos la nada.En nuestra cultura la nada es la inconsciencia, es el equivalente al vacío...Para evitar ese vacío llenamos el hueco artificialmente, con toda clase de compensaciones excesivas, con verborrea, con síntomas... o la evitamos por completo convirtiéndonos en autistas catastróficos. 
P. Baumgardner y F. Perls.


La noche de San Juan es una festividad cristiana, si bien coincide con otras fiestas de origen pagano que festejan la llegada del solsticio de verano en el hemisferio norte y cuyo ritual consiste en encender una hoguera.
Parece que la finalidad de ese rito era “dar más fuerza al sol”, que a partir de esos días iba haciéndose más “débil”(los días se van haciendo más cortos hasta el solsticio de invierno).
Simbólicamente el fuego tiene una función “purificadora” y la tradición manda quemar los trastos inservibles en la hoguera, así como lo metafóricamente antiguo, caduco en nuestras vidas y que esperamos, por la acción transformadora del fuego se extingan y dejen paso a lo nuevo.
Esta fecha me trae al recuerdo el midsummer night dream de Shakespeare, donde Puck causaba toda suerte de travesuras y embrollos, liando situaciones y personajes para llevarlos a la manipulación y al engaño.
En este San Juan hemos amanecido con la noticia del triunfo del Brexit frente a los partidarios de seguir en la UE. 
Se ha dicho por ahí que los referéndum los carga el diablo. No creo yo que el diablo ande en estos menesteres pero sí ese Puck juguetón mitad ingenuo, mitad despiadado.

Al despertarme recorro descalza mi jardín para empaparme del rocío de la mañana y saludar a toda la creación, que parece de pronto tener sentido. Celebro el solsticio con un ritual de contemplación de la naturaleza y de los cambios. Después de una pausa más silenciosa que de costumbre respiro hondo, como queriendo llenar la nada. 




jueves, 23 de junio de 2016

ATARDECER




Hay palabras que contienen en sí mismas un estado de ánimo.
Atardecer, !qué hermoso atardecer!, murió al atardecer, reparó en el silencio de aquella placita al atardecer, sentada al atardecer en el café Laplace cruzó las piernas en actitud de posesión …..
Hay una languidez, una melancolía implícitas en ella, una instantánea de tiempo fotográfico, la intuición vaga de un tiempo cargado de una nostalgia vieja y lejana.
Comprobarlo es sencillo, basta con una simple sustitución: ¡qué hermosa tarde!, reparó en el silencio de aquella placita por la tarde, sentada por la tarde en el café Laplace cruzó las piernas en actitud de posesión….
¡Es tan larga la tarde!
Tardes habrá innumerables, cada día tendrá la suya, la cierta hora peligrosa de Clarice Lispector cuando los árboles que ella había plantado se reían de ella, tardes insulsas, intermedios tediosos, en los que resulta difícil tanto afrontar como concluir cualquier tarea.
La similitud entre su pre y su post son pura apariencia, el amanecer y el anochecer anuncian una llegada, el atardecer una despedida.
Quizás por ese motivo la gente aprovecha la tarde para dar un paseo, tomar una cerveza o un café, lo mismo da, y los perros recuperan la horizontalidad y dejan de ladrar. La cuestión es que los fantasmas no asomen, hacer una transición lo más ligera y leve posible al inicio de la noche, a la sustitución de la luz natural por la luz artificial, un acercamiento sosegado al círculo próximo a su cierre.
Y en el mejor de los casos, convertir ese intervalo en un atardecer glorioso y asistir a la caída de la tarde con el alma en reposo.

Tarde: Parte del día comprendida entre el mediodía y el anochecer.

Atardecer: Momento en el que comienza a caer la tarde.

                                                         PILAR (Apuntes)


martes, 14 de junio de 2016

EL LENGUAJE Y LO REAL



Se encontraba en la acera de una calle un ciego pidiendo limosna.
Se acompañaba en tal tarea de un cartel que rezaba: " Una limosna, por favor".

Pasaban los viandantes y apenas si el ciego a lo largo del día recogía unas monedas. La gente depositaba céntimos que le sobraban y eran pocos los que lo hacían.

Acertó a pasar a su lado un publicista que viendo el cartel que el hombre exhibía, le invitó a tirarlo y crear otro nuevo.

A partir de ese momento el hombre ciego empezó a recibir más monedas y de mayor importe.

Antes de terminar el día, el ciego paró a uno de los que a su lado pasaban y le preguntó: ¿podría decirme lo que pone en el cartel? (refiriéndose al nuevo cartel creado por el publicista), el paseante le contestó: "Mañana empieza la primavera y yo no la veré". 


jueves, 9 de junio de 2016

LA CASA DEL SENDERO



Una joven soñó una noche que caminaba por un extraño sendero campesino, que ascendía por una colina boscosa cuya cima estaba coronada por una hermosa casita blanca, rodeada de un jardín.
Incapaz de ocultar su placer, llamó a la puerta de la casa, que finalmente fue abierta por un hombre muy, muy anciano, con una larga barba blanca.
En el momento en que ella empezaba a hablarle, despertó.
Todos los detalles de este sueño permanecieron tan grabados en su memoria, que por espacio de varios días no pudo pensar en otra cosa. Después volvió a tener el mismo sueño en tres noches sucesivas. Y siempre despertaba en el instante en que iba a empezar su conversación con el anciano.

Pocas semanas más tarde la joven se dirigía en automóvil a un lugar donde se realizaba una fiesta de fin de semana. 
De pronto tiró de la manga del conductor y le pidió que detuviera el automóvil. Allí a la derecha del camino pavimentado, estaba el sendero campesino de su sueño.

- Espéreme un momento- suplicó, y echó a andar por el sendero con el corazón latiéndole alocadamente.

Ya no se sintió sorprendida cuando el caminito subió enroscándose hasta la cima de la boscosa colina y la dejó ante la casa cuyos menores detalles recordaba ahora con tanta precisión.
El mismo anciano del sueño respondió a su impaciente llamada.

- Dígame- dijo ella -, ¿se vende esta casa?

- Sí- respondió el hombre-, pero no le aconsejo que la compre.
 ¡Esta casa, hija mía, está frecuentada por un fantasma!

- Un fantasma- repitió la muchacha-. ¡Santo Dios!, y ¿quién es?

- Usted- dijo el anciano y cerró suavemente la puerta.

                                                                                       Anónimo



domingo, 5 de junio de 2016

COMO SE LA LLEVA EL RÍO




No, no tesoro. No te la voy a volver a cantar.
No, no tesoro, no te la voy a volver a cantar.
Eso decía mi padre cada vez que acurrucada en su regazo le pedía que la volviese a cantar.

Ay, ay, ay, ay,
¡cómo se la lleva el río!
ay, ay, ay, ay,
¡lástima de mi querer!
con razón tenía celos de él.
¡Ay, qué dolor!
¡qué dolor del amor mío!
¡Ay, qué dolor!
¡madre de mi corazón!
matarile, rile rilerón.

No, no, tesoro. cada vez que la canto no paras de llorar.
No, tesoro, no. Cada vez que la canto lloras sin poder parar.
Repetía mi padre una vez más.

Y una vez más la cantaba ante tanto suplicar.

Una noche de verano
cuando la luna asomaba
vino a buscarla su novio
y no estaba en la ventana.
Él la vió muerta en el río
y que el agua la llevaba.
-¡ay, corazón- parecía una rosa!
-¡ay, corazón una rosa muy blanca!

Y yo, su niña pequeña, viéndola en la corriente del río, sólo sabía llorar.


domingo, 29 de mayo de 2016

POEMA 6



Me dejó en casa los restos

la cuenta de la última llamada telefónica

las botellas vacías

una toalla mojada

el hueco en el sofá donde se había sentado

los recortes de periódico

la humedad de dos lágrimas en la ropa

el olor del vómito en las sábanas




Y aquella nota

la huella del deseo en fuga

aquella nota.


miércoles, 25 de mayo de 2016

LAS LUCIÉRNAGAS (SEGUNDA PARTE)



¿Han desaparecido verdaderamente las luciérnagas? ¿Han desaparecido todas? ¿Emiten aún, y dónde, sus señales intermitentes?, se pregunta Didi-Huberman en Supervivencia de las luciérnagas.

Desaparecen en la sola medida en que el espectador renuncia a seguirlas quedándose en su lugar, que no es ya el lugar adecuado para percibirlas, concluye Didi-Huberman.

Para conocer a las luciérnagas es preciso verlas en el presente de su supervivencia. "Hay que verlas danzar vivas en el corazón de la noche, aunque se trate de una noche barrida por algunos feroces reflectores". 
La luz menor de la que hablan Gilles Deleuze y Félix Guattari, "cargada de un gran coeficiente político y de desterritorialidad, de manera que adquiere el valor de colectivo, de pueblo y porta las condiciones revolucionarias inmanentes a su propia marginalización".

Giorgo Agamben(Roma, 1942), que es un filósofo no del dogma sino del paradigma, apuesta por los pensadores que son capaces de inquietar a su tiempo, de interrogar a lo contemporáneo, de una manera política y poética: fracturando el lenguaje, quebrando las apariencias, desuniendo la unidad de tiempo.

Agamben como Pasolini es un "gran profanador de cosas a las que el consenso las considera sagradas".

En 1975, Pasolini postulaba la unidad de una sociedad sometida en su totalidad y reconocía que era una visión apocalíptica. 
Evocaba el tiempo presente como una situación de apocalipsis latente, en la que nada parece en conflicto pero en la que "la destrucción no deja de producir sus estragos en los cuerpos y en los espíritus, hasta en los fenómenos de masas más inocentes como el turismo, por ejemplo".
Pero al mismo tiempo afirmaba que junto a la angustia que esto le suscitaba, había también una parte de optimismo : "la idea de que es posible luchar contra todo eso, simplemente sino no estaría aquí, entre vosotros para hablaros".

En el 2016, la sociedad sigue sometida a la globalización y tecnificación de manera incalculable. Es difícil ver una salida política, poética y humana en nuestra vieja y gastada Europa. Parece más bien que más que nunca resuena aquel grito con el que acababa El corazón de las tinieblas (Joseph Conrad): "el horror, el horror".   

Es preciso asumir que "la imaginación es política" que decía Hannah Arendt, y que en nuestra manera de imaginar yace fundamentalmente una condición para nuestra manera de hacer política. Y de vivir.   

martes, 17 de mayo de 2016

POEMA 5




A quinientos kilómetros de distancia

leo una reseña en un diario.

Se entrecruzan un instante

nuestros pensamientos.

Pese a todos los intentos

allá donde estés

latirá parte de mi recuerdo.


El salitre de la brisa

ajará tu pelo,

el rumor de aquella estrofa

anidará en tus ojos,

la aleta de un pez esquivo

traspasará tus pies,

el silencio de un libro abierto

retumbará en tus labios,

las brasas del sol que declina

te quemarán la garganta.


Alguien amasará los cristales rotos

hundiendo las manos rojas

en lienzos blancos.

Sembrará certezas

en papeles de fumar

y cargará las cenizas

a tu espalda.



sábado, 14 de mayo de 2016

SÁBADOS



Los sábados son días hermosos. Incluso con lluvia como el de hoy.

La palabra sábado viene del hebreo sabbath. Su sentido original es “descanso”, día de reposo.

Este concepto de origen hebreo aparece por primera vez en el Genesis 2,3 y más tarde en el libro del Exodo, cap.20,8 en la biblia, en uno de los preceptos que Moisés transmite al pueblo hebreo después de bajar de la cima del monte Sinaí.

Es el séptimo día de la semana y el día sagrado de la semana judía.
El sabbath se celebra, mediante la abstención de cualquier clase de trabajo, desde el atardecer del viernes hasta la aparición de tres estrellas la noche del sábado.

En la versión de los diez mandamientos del Deuteronomio 5:12-15, la palabra zajor (acuérdate) es sustituida por shamor (cuida), de ahí recordarlo y honrarlo por medio de rituales y cosas placenteras.
Por eso la conversación y la lectura están permitidas. También bailar y cantar. Y, por supuesto, la unión carnal (kadosh).

También en la Biblia se maneja el concepto de año Sabático. Tal precepto del descanso sabático fue adoptado por los teólogos católicos como “santificarás las fiestas”, como uno de los 10 mandamientos de la iglesia.

En la cultura anglosajona el sábado es Saturday, el día de Saturno, lo cual tiene relación también con la cultura hebrea, pues los antiguos hebreos consideraban al planeta Saturno un planeta santo (Sabaoth).

Decía Erich Fromm, “el shabat es un día de alegría, porque ese día el individuo es plenamente él mismo. Por ello el Talmud llama al shabat la anticipación del tiempo mesiánico, y al tiempo mesiánico el shabat interminable: el día en que la propiedad, el dinero, la aflicción y la tristeza no tienen cabida; un día en que es abolido el tiempo y sólo domina el ser puro espiritual.
Su predecesor histórico, el shapatu babilónico, fue un día de tristeza y de temor. El domingo moderno es un día lleno de consumo y de huir de sí mismo.”

No sé si E. Fromm tenía razón o no. Lo que sí sé, es que les deseo un sosegado y tranquilo sábado, y si quieren, pueden optar por acabar con una intensa Saturday Night Fever, es seguro que el domingo no tendrán fuerzas para mucho consumir, pero quizás les queden ganas de huir de si mismos.



martes, 10 de mayo de 2016

POEMA 4



Con la piedra de tus sueños

a mi espalda

preparo el té

¿ son sólo ruinas?


La realidad se refleja

latiendo

sin caos ni esperanza,

¿hay que luchar contra el olvido?


Insólita, vencida, despojada

la memoria esta llena de ciudades,

la misma ciudad

donde ninguna mujer es la misma.


Sin poso en el recuerdo ajeno

mi tiempo solo teme

a las pirámides,

a la reina que todo lo dio por un sueño.















domingo, 8 de mayo de 2016

LA DANZA



Una pincelada de más acaba por estropear un cuadro, una sola palabra de más puede arruinar un poema y también puede destruir una historia de amor, si se convierte en una bala. Detenerse a tiempo, esa es la primera regla del arte y Matisse lo sabía cuando pintó su famosa composición "La Danza", en la que cinco muchachas desnudas bailan agarradas de las manos formando un círculo con la guirnalda de sus brazos. La simple apariencia te hace creer que ese círculo es perfecto, que está totalmente cerrado, que en él ya no cabe nadie más, pero no es así.
Dos bailarinas en primer plano no llegan a alcanzarse con las manos, el artista ha creado entre ellas un vacío que genera una tensión rítmica en todas las danzantes forzándolas a girar.
Es difícil encontrar un cuadro que exprese mejor la dicha de vivir.
Da la sensación de que al espectador le bastaría con agarrarse a esas manos libres aún para ensanchar el círculo y sumarse al baile. Ese vacío está formado por los momentos felices de la vida: la playa de la niñez llena de gritos... 

... Basta con desnudar la memoria y aceptar como un don de los dioses la belleza que un día te fue regalada sin más, para que esas muchachas de Matisse te admitan con gusto en la danza. 
El pintor Miguel Angel también conocía la carga magnética que tiene el vacío, por eso en lugar de unir los dedos de Adán y de Jehová en el techo de la Capilla Sixtina dejó sus yemas a punto de entrar en contacto, vibrando en el aire, sin llegar a rozarse.
El vacío que existe entre esos dos dedos, de pronto, causó una detonación y su onda explosiva creó al primer hombre. 
En la plaza del poblado dos vaqueros se miran a los ojos con las manos en la culata del revólver: el vacío que existe entre ellos es absolutamente creativo; una pareja de adolescentes está a punto de besarse por primera vez: esa mariposa radioactiva que aletea entre sus labios podría levantar una montaña; unos amantes van a pronunciar la palabra maldita que destruirá una larga historia de amor: su silencio incluye la vida y la muerte. 
El arte consiste siempre en detenerse. 

Fragmento de El vacío de Manuel Vicent

miércoles, 4 de mayo de 2016

LAS LUCIÉRNAGAS (PRIMERA PARTE)




Hace unos años Angels Barceló le hacía una entrevista a Bernardo Atxaga en un programa llamado Gutun Zuria en el que conversaban acerca de la información y de la verdad. 

¿Quién dice la verdad?, era la pregunta inicial.
Respondía Atxaga citando a la tradición popular: el niño, el loco y el borracho.
Esta respuesta, bien entendida en su elementalidad, nos apunta a la idea de que "dice la verdad aquel que ocupa otro espacio, aquel que no está en el espacio convencional, en el status quo." Además ninguno de los tres tiene miedo. Y los tres están "bendecidos" por la inocencia.

¿A quién le preocupa que la información, que recibimos cada minuto a raudales, sea lo más veraz posible y proceda de un medio crítico capaz de analizar con rigor la naturaleza de la noticia? 

Pone Atxaga como ejemplo lo que ocurrió con la gripe A, la manipulación informativa que se extendió como mancha de aceite y que nos hizo sentir el miedo a mezclarnos con los demás, a viajar, a compartir bebidas o comida, a acariciar... hasta que una monja catalana que todos ustedes recordaran, Teresa Forcades, editó en la red y corrió como la pólvora una contra información en la que explicaba cómo la definición de pandemia había sido recientemente rectificada  y la alarmante información de la que los medios se habían hecho eco no era verdad sino una manipulación partidista.

Teresa Forcades fue "un grillo" en medio de todo ese desastre. Una voz transgresora que alumbró con decisión y sin miedo el lado oscuro de la corrupta información hasta entonces recibida. 
A partir de ahí, pudimos contrastar, medir, sopesar y repensar con otra mirada los intereses, que entre otros estamentos, las farmacéuticas se jugaban.   

La palabra grillo, me ha hecho inmediatamente pensar en el libro de Georges Didi-Huberman, Supervivencia de las luciérnagas, que dice textualmente: "las luciérnagas han desaparecido en la cegadora claridad de los feroces reflectores: reflectores de los miradores y torres de observación, de los shows políticos, de los estadios de fútbol, de los platós de televisión". 
La luz cruda, cruel y feroz de la mercancía, ocupa todo el espacio social, eclipsando esas otras luces, esas otras voces, las luciérnagas, los grillos.

Se trata de una metáfora con la que Dante describía "la pequeña luz" en la que se agitan "los consejeros pérfidos"(Inferno, XXVI, 25-31) y que el poeta y cineasta italiano Pier Paolo Pasolini (1922-1975) refleja en una imagen para referirse a "esas señales humanas de la inocencia" amenazadas por los rayos reflectores del poder.

La información, inmersa en un lenguaje contaminado, "se ha apropiado de la cultura, del sexo, de los cuerpos, del eros, y los ha inyectado en los circuitos del consumo".  
Ya no es la cultura (profecía de Pasolini) la que nos defiende de la barbarie, sino que es, en ella misma, donde prosperan las formas inteligentes de la nueva barbarie.

Didi-Huberman defiende en su ensayo la supervivencia de esas pequeñas luces frente a la gran luz que opaca y ciega las voces disidentes, resistentes, imaginativas y esperanzadoras que son resplandores de verdad. Esas luces menores pero no por ello menos auténticas que comparten las características filosóficas descritas por Gilles Deleuze y Félix Guatari: extraterritorialidad, marginalización, vocación de revuelta... rizoma frente a estructura arbórea. 

Son las luciérnagas imágenes de la fragilidad humana, el resplandor pasajero, que, sin embargo, como un cometa, franquea la inmovilidad de todo un horizonte.

No dejemos que se extingan.

sábado, 30 de abril de 2016

POEMA 3




Como el agua

sin memoria,

como la arena

sin despojos.


Como las hojas

sin descendencia,

como la sal

sin ataduras.


Como la nieve

que lava la sangre caliente


y la transmuta en fuente.

jueves, 28 de abril de 2016

EL PREMIO



Al levantar la cabeza la vi al otro lado de la cinta roja. Me volví de nuevo hacia mi obra y se la señalé con el dedo para que se sintiese orgullosa.
No supe interpretar el gesto en su rostro: las cejas levantadas y los ojos bien abiertos.

En ese momento desde el altavoz se empezaron a oír los premios.
Primero, segundo, tercero...así hasta nueve. El mio era el siguiente.

El hombre de la gorra roja nos repartió una a una las botellas. La sujete en la mano agradeciendo su frescura, me sacudí las rodillas y atravesé al otro lado de la cinta.

    - No pasa nada, me dijo. Al fin y al cabo en un castillo de arena nunca iba a vivir una princesa, y mira por dónde tu ya has conseguido lo prometido.

Me rozó el pelo con una mano y sonrió.

    - Venga, dale un buen trago a esa coca cola.


sábado, 23 de abril de 2016

POEMA 2




Esa palabra oscura

oculta

movimiento del cuerpo hacia el placer.


Su habitación es una ventana.

No hay centro, ni camino, ni línea.


El sueño le dibuja un párpado

semiabierto,

vigilia depositada en las aristas del agua.


sábado, 16 de abril de 2016

LA OTRA CARA DE LA LUZ



Los seres humanos tenemos una sombra, reflexiona el ciudadano.
¿Por qué el afán de querer desprendernos de ella? 

C.G. Jung escribió que a lo largo de nuestra vida relegamos una parte de las propiedades al inconsciente, dejando a la vista aquella otra parte que aceptamos de nosotros mismos. 
Pero, evidentemente, nuestra sombra continua acompañándonos. 
Incluso podemos "verla" en momentos inesperados y repentinos.
Entonces la proyectamos a veces, viendo en los otros nuestra propia proyección.

¿Se imagina a las personas con "cabezas de Jano" una de cuyas caras exhibe el bello rostro pero cuya cabellera oculta la cara "fea" y nunca muestra las dos caras a la vez?.

En la caverna de Platón, los seres encadenados ven durante toda su vida las sombras que, con un fuego encendido tras ellos, se proyectan sobre la pared. Naturalmente toman estas sombras por la realidad.

Asistimos en estos tiempos de "los papeles de Panamá" a un incipiente desenmascaramiento de la realidad, a una retirada de la proyección, a la visión de la cara oculta de Jano, a la retirada de un velo que tan solo desvela la punta de un iceberg.

La realidad que surge de los Papeles de Panamá es la división de clases. La certeza de cómo los ricos viven en una esfera separada en la que se aplican reglas diferentes. En el que las leyes se inclinan a su favor para que puedan perpetrar sus delitos sin pasar sus días "a la sombra".

La línea que separa las transacciones legales de las ilegales es cada vez más difusa y el capitalismo global es, en su dimensión más fundamental, la corrupción legalizada.
La corrupción no es una desviación del sistema capitalista global sino que es parte de su funcionamiento básico.

Y duele. 
Duele ver cómo los guardianes de la virtud, los adalides de la vida pública, sean las sombras de la caverna.
Duele ver cómo los que llenan las pantallas de discursos sobre el consumo y la necesidad de contención ejecutan sus sombríos actos. Cómo los predicadores de que las crisis son oportunidades, retos para la evolución personal,son los que manejan el mundo a través de cuentas opacas.
Cómo los privilegiados profesional y culturalmente se pavonean por los medios, algunos de ellos incluso dándoselas de ideologías de izquierda.  

Tenemos a Stevenson, a H.C. Andersen, a Oscar Wilde y a tantos otros que relatan historias magistrales sobre seres que viven circunscritos a su mala sombra. 
Se queda corta la literatura como metáfora de la realidad ante tanto depredador. 
Ellos, los defraudadores, son los protagonistas, aunque quieran, como en el juego chinesco, proyectar en escena, la cara de la luz. 
  

lunes, 11 de abril de 2016

CONTRAPUNTO




No favoreciendo a los mejores,
se evita la discordia en el seno del pueblo.
No acumulando tesoros,
se evita que el pueblo robe.
No exhibiendo riquezas,
se evita la confusión en los corazones.

Por eso el sabio, al gobernar,
vacía de deseos el corazón y llena los
estómagos,
debilita las ambiciones y fortalece los huesos.
Mantiene al pueblo alejado del conocimiento de 
lo malo
y del deseo de lo bueno,
y procura que los astutos no tengan oportunidad
de intervenir. 

Del "Tao Te Ching"

martes, 5 de abril de 2016

MADRID




Madrid es una isla en el sentido de lugar geográfico que se
comporta esencialmente como un espacio aglutinante de regiones, provincias y pueblos, conformando una atmósfera abierta, cordial, amable y sin complejos, distante de la continencia, la sobriedad y la circunspección de esa Castilla La Mancha con la que limita.
Tan solo con alejarse del corazón de la ciudad, a 30 minutos en tren y adentrarse en Toledo, una puede ya observar ese cambio en el ambiente: cautela, reserva y moderación son caracteres más propios en este territorio.
  
El bullicio en las calles, el tono de voz en los bares, la pericia de los camareros, las cañas bien tiradas y la alegría de un buen tapeo son algunas de las señas de identidad de ese Madrid soleado que acabo de visitar.

Y por supuesto algunos de sus museos.

El Museo del Prado ha reunido en una exposición temporal una colección de treinta y una pinturas de Georges de La Tour(1593-1652), un número excepcional considerando que se conocen poco más de cuarenta obras de su mano.
En su pintura se puede apreciar una cierta influencia de Caravaggio en el tratamiento realista de sus humildes personajes y en el uso de la luz, aunque a diferencia del citado, en donde la luz es más tenebrosa, La Tour envuelve sus escenas con una luz que surge de dentro y que alumbra la secuencia con el resplandor que nace del elemento natural, como es en el caso de sus famosas Magdalenas que tanta admiración me producen. Esas Magdalenas nocturnas, iluminadas por la llama de una vela, cargadas de lirismo, de soledad y de quietud.

Casi en frente, en el Museo Thyssen-Bornemisza, pudimos visitar la exposición de Realistas de Madrid, que recogía obras de siete autores nacidos poco antes de la Guerra Civil que se conocieron en Madrid a comienzos de los cincuenta, que estudiaron, trabajaron,  expusieron juntos y que han seguido siendo amigos desde entonces.  
Es el primer grupo de artistas españoles en el que las mujeres ocuparon un lugar destacado. Entre ellas Isabel Quintanilla, Amalia Avía, María Moreno... entre ellos Antonio. Julio y Francisco López.
Es la naturaleza muerta el género central para este grupo, un género que excluye en principio la naturaleza humana pero que constantemente lo representa por medio de su ausencia.
Muros, tapias, jardines, cuartos de baño. Ventanas que desde un cuarto oscuro se abren a un exterior luminoso o ventanas a la noche desde un interior iluminado con luz eléctrica. Umbrales que son metáforas de lo que separa el cuadro de la materialidad. Trabajos de una minuciosidad apabullante. Extraordinarios relatos de la realidad.

Es precisamente el uso de la luz lo que hermana a pintores de épocas tan distintas como George de La Tour y los Realistas de Madrid: saben que la luz artificial dentro de la obra crea y refuerza la intimidad. 

Ambas muestras merecen la pena y más. Eso sí, con la pausa necesaria para una caña y una buena tapa, porque de estas artes también está hecha Madrid.


lunes, 28 de marzo de 2016

POEMA 1



                       Cuando fui a rozar el abismo con los dedos

                             lo encontré sin límites, sin linea recta.

                             Como en un laberinto

                             la salida era la contraseña justa

                             la palabra,

                             en la otra orilla.


                            Susurra mi nombre

                            regresa a mi voz

                            compromete mi destino,

                            para que cumpla la tarea

                            y no vague sin salida

                            en el inhóspito clamor de las ausencias.




martes, 22 de marzo de 2016

BRUSELAS: LA TRAGEDIA INÚTIL





Miserables mortales, ¿por qué tenéis armas y os matáis mutuamente? Deteneos, que alejados de la guerra conservaréis en paz vuestras ciudades con ciudadanos pacíficos. Poca cosa es la vida y es preciso recorrerla hasta el final con la mayor tranquilidad posible y lejos de la desgracia.

Es el amargo lamento de Adastro.

Esta denuncia de la guerra destructora de vida es la declaración del derecho a vivir, con la fortuna o el infortunio que conceden los dioses, y que la muerte no provenga de la absurda locura del ser humano.

Basada en un episodio de la saga tebana y escrita durante la guerra del Peloponeso, Suplicantes indaga en los efectos desastrosos de toda contienda armada.

"Con Eurípides irrumpió en el escenario el espectador, el ser humano en la realidad de la vida cotidiana..." dijo Nietzsche en su conferencia Sócrates y la tragedia.

Hoy es esto tristemente actual, porque la tragedia ha vuelto a golpear a seres humanos simplemente envueltos en las tareas de la vida cotidiana.

domingo, 20 de marzo de 2016

¿Y SI ABANDONAMOS?



Tengo una amiga que me envía asiduamente correos y que suele decir: "hay que estar informadas, es nuestra obligación", y yo, cada vez más, pienso que estamos inmersos en un exceso de información y, que a veces, no sólo nos aturulla y nos dispersa, sino que nos mina las defensas, nos deja inermes e impotentes y, lo que es más grave, nos insensibiliza.

Cada vez que leo en los periódicos, veo en la televisión, oigo en la radio, me meto en las redes sociales y me encuentro la cifra de muertos en la guerra, de refugiados pasando frío y hambre, de gente privada de casi todo en países cuyos dirigentes son una banda de dictadores corruptos, mentirosos y demagogos.
Cuando paseo por la calle y veo a los inmigrantes a la puerta de los supermercados pidiendo limosna, o dentro de ellos comprando con su cartilla, me pregunto: ¿qué puedo hacer yo? (aparte de estar informada, claro).

¿De qué me sirve saber...?

... lo que pasa en el mundo, en Siria, los acuerdos de Alemania con Turquía en materia de refugiados, la hambruna de Africa, la huida masiva de marroquíes en pateras, la muerte sistemática de personas, sobre todo de mujeres, en México, la falta de identificación oficial de los niños en Togo o Ghana, la explotación de los niños para la obtención del coltán, el abuso de mano de obra infantil por parte de las empresas textiles europeas y americanas instaladas en India y China, la desforestación del Amazonas por parte de las madereras y de los criadores de ganado para EEUU, la manipulación de las farmacéuticas en medicamentos para las epidemias... 

... y en mi país, la corrupción indigna de muchos de los servidores del pueblo, el empobrecimiento paulatino de la clase media y el enriquecimiento menos paulatino de las clases favorecidas, empresarios y políticos; el paro desalentador en los jóvenes y la escasa esperanza de que vaya a cambiar en los próximos tiempos, la falta de consenso para gobernar por los intereses de las personas y no de los cargos...


... y en mi ciudad, comprobar que algunos locos descerebrados, siguiendo la senda del odio, se dedican a manchar de sangre y despojos de cerdo el recinto dónde se va a ubicar una mezquita, lugar de reunión de personas que practican un credo común...

... y en los trabajos, sectores tan dispares como el comercio, la hostelería, la sanidad, el periodismo, la educación, etc, donde es habitual que la gente, además de cumplir con su jornada laboral, trabaje otras cuantas horas más gratis. Quizás en algunos caso no se les obligue a quedarse, o a hacer guardias que no les toque, o a hacer horas extra, pero el que no lo hace no sólo no prospera sino que llega a ser mirado con desdén por sus propios compañeros. Juegan con el miedo del trabajador a perder su empleo. 
Se calcula que cada semana del año 2015 se trabajaron en España una media de 3.5 millones de horas fuera de la jornada laboral sin retribución. También se sabe que no se abonaron la mitad de todas las horas extras.
La crisis no sólo trajo la pérdida de millones de puestos de trabajo, sino que se perpetúa con prácticas abusivas perversas, aprovechándose de la situación: "si no estás dispuesto a hacerlo tú, llamamos a otro payaso", como rezaba el titular de un reciente dominical. 

... ¿Y ahora qué? me pregunto, ¿qué hago con toda esta información?

Había una vez dos ranitas que, paseando, cayeron en un recipiente lleno de crema.
Inmediatamente, sintieron que se hundían. Era casi imposible mantenerse a flote mucho tiempo en esa masa espesa, como de arenas movedizas. Al principio, las dos patalearon en la crema tratando de llegar al borde del recipiente, pero fue inútil, sólo consiguieron chapotear en el mismo lugar y hundirse como piedras en el lodo.
Al tocar fondo, se impulsaron con las patas traseras y, por un momento, volvieron a la superficie y pudieron tomar aire. Pero se dieron cuenta de que cada vez que se iban al fondo se les hacia más difícil volver a la superficie y respirar.
Una de ellas dijo :
- No puedo más. Es imposible salir de aquí. En esta sustancia no se puede nadar.
- No hables. Nada - le dijo su hermana.
-Ya que de todas maneras vamos a morir- siguió diciendo- ¿para qué prolongar este dolor?, ¿qué sentido tiene morir agotada en un esfuerzo estéril?
Dicho esto, la ranita dejó de patalear y se hundió con rapidez tragada por el espeso líquido blanco.
La otra rana, más persistente o más tozuda, se dijo:
- No hay manera, nada se puede hacer para avanzar en esta cosa. Pero yo quiero luchar hasta mi último aliento. No quisiera morir un segundo antes de que llegue mi hora.
Y siguió pataleando y chapoteando siempre en el mismo lugar, sin avanzar un centímetro durante horas y horas.
De pronto... sucedió algo imprevisto. De tanto patalear y patalear... la crema se transformó en manteca.
Sobre la superficie de la manteca, la rana, sorprendida, se deslizó hasta el borde del pote.
Desde allí, saltó al suelo y se fue croando de regreso a casa.

martes, 15 de marzo de 2016

EL VIAJE OCULTO



"En la boca del lobo" es un taller experimental de literatura basado en los arquetipos del héroe de Campell y, hace unos días, un hombre que asistía al mismo comentaba que era la segunda vez que volvía a hacerlo. 
Le preguntó nuestro profesor, Eduardo Fraile Vera, la razón por la que repetía la experiencia, y confesó el hombre que no lo sabía muy bien, que tenía la impresión de que si le examinaban a cerca de los conocimientos que había sacado en claro en anteriores sesiones, poco podía responder, pero que se identificaba con el monje de una fábula zen.

Un joven monje zen preguntó a su maestro: 
"maestro, ¿qué puedo hacer para transportar el agua de este pozo a este barreño?
El maestro le respondió: "coge este cedazo que aquí ves, llénalo de agua y vete echándolo en el barreño hasta que se llene".
Así estuvo todo un día el monje, sin descanso, y al final de la jornada se acercó a su maestro y le dijo: "maestro, he estado todo el día tal como me dijiste llenando el cedazo de agua y llevándolo al barreño, y ha sido en vano porque el barreño sigue vacío.
Entonces se dirigió el maestro al joven con una sonrisa y le dijo: "¿pero te has fijado qué limpio te ha quedado el cedazo?"

Quizás ocurra que sea el reconocimiento (o el extrañamiento) de una misma el hallazgo de lo que en principio no buscaba, porque como en el viaje del héroe, una nunca encuentra aquello que ha salido a buscar.