Hay palabras que contienen
en sí mismas un estado de ánimo.
Atardecer, !qué hermoso
atardecer!, murió al atardecer, reparó en el silencio de aquella
placita al atardecer, sentada al atardecer en el café Laplace cruzó
las piernas en actitud de posesión …..
Hay una languidez, una
melancolía implícitas en ella, una instantánea de tiempo
fotográfico, la intuición vaga de un tiempo cargado de una
nostalgia vieja y lejana.
Comprobarlo es sencillo,
basta con una simple sustitución: ¡qué hermosa tarde!, reparó en
el silencio de aquella placita por la tarde, sentada por la tarde en
el café Laplace cruzó las piernas en actitud de posesión….
¡Es tan larga la tarde!
Tardes habrá
innumerables, cada día tendrá la suya, la cierta hora peligrosa de
Clarice Lispector cuando los árboles que ella había plantado se
reían de ella, tardes insulsas, intermedios tediosos, en los que
resulta difícil tanto afrontar como concluir cualquier tarea.
La similitud entre su pre
y su post son pura apariencia, el amanecer y el anochecer anuncian
una llegada, el atardecer una despedida.
Quizás por ese motivo la
gente aprovecha la tarde para dar un paseo, tomar una cerveza o un
café, lo mismo da, y los perros recuperan la horizontalidad y dejan
de ladrar. La cuestión es que los fantasmas no asomen, hacer una
transición lo más ligera y leve posible al inicio de la noche, a
la sustitución de la luz natural por la luz artificial, un
acercamiento sosegado al círculo próximo a su cierre.
Y en el mejor de los
casos, convertir ese intervalo en un atardecer glorioso y asistir a
la caída de la tarde con el alma en reposo.
Tarde: Parte del día
comprendida entre el mediodía y el anochecer.
Atardecer: Momento en el
que comienza a caer la tarde.
PILAR (Apuntes)
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