lunes, 26 de octubre de 2015

HAY COSAS QUE NO CAMBIAN (O SI?)


 Para las que ya tenemos una edad y vivimos de la nostalgia en cierto sentido, los escenarios del pasado se entretejen con los del presente y esto nos produce a veces un sentimiento de ambivalencia. 

La primera vez que viajé a Gran Bretaña fue en el año 1977(uf! como pasa el tiempo) y fue a Londres, donde viví una temporada.
Recuerdo que llegué en autobús desde Vitoria a la estación de Victoria. Llevaba unas 5000 pesetas en libras (no era un dinero despreciable entonces) y me alojé en un Bed&Breakfast los primeros días.
Sólo cuando apenas me quedaban 10 libras empece a buscar trabajo. Sabíamos entonces que no íbamos a emplear más de una mañana en encontrar algo. De camarera, de lavaplatos, de limpieza en hoteles, para preparar y servir desayunos...trabajos a tiempo completo, a tiempo parcial... se podía elegir o coger varios a la vez. Recibías el salario o bien al final del día trabajado (eramos ilegales y al empresario no le convenía que dejásemos huella) o al final de la semana.
Trabajé en todo este tipo de empleos que acabo de mencionar, dejando uno y cogiendo otro a conveniencia, con la clara idea de que lo podía hacer sin ningún riesgo porque había decenas de ofertas más sin salir del barrio, en carteles colgados a la puerta de los establecimientos. 

Los pubs, a los que era muy aficionada, eran aquellos clásicos pubs de postal que todo el mundo ha visto, con nombres de animales casi todos ellos, y con dos puertas de entrada: una era una sala de mayor postín y la otra más plebeya, repleta de fumadores.

Los restaurantes italianos mandaban en la escena, dejando a sus colegas indios, thais y chinos en un plano algo más secundario.

El punk estaba en su momento álgido (no olvidemos que se originó en Londres) y las crestas ondeaban a todo color entre los jóvenes.

El aceite de oliva, el vino de rioja, el pan de barra, el chorizo, por nombrar algunos productos de la tierra, brillaban por su ausencia o costaban(si se encontraban) un riñón. Todo era carísimo excepto el té

Pues bien, ahora los jóvenes extranjeros (por supuesto bien preparados) no encuentran  fácilmente cualquier tipo trabajo, los pubs apenas tienen que ver con los de antes (son de diseño), la legión de restaurantes italianos ha mermado bastante y muchos de los pequeños y agradables restaurantes de comida india, thai o china, por poner un ejemplo (con toda la imaginería kitsch y hortera que desplegaban), son ahora cadenas estandarizadas, o de take away donde se sirve una mezcla de todo y para todos los gustos (o disgustos). 
Los jóvenes ya no relucen con sus cabelleras; ellas, todas con melena, uñas propias o postizas largas, pintadas en tonos diversos, la cara muy maquilada (al estilo poligonera), dejando una estela de perfume pegajoso; ellos, la cabeza cubierta con gorra(tipo béisbol) que a su vez cubren con la capucha de la sudadera (todos la llevan), como un ejercito de monjes en estado de espera; y como no, tanto ellas como ellos sin apartar un instante la vista y el dedo de su smart phone.
Los productos del terruño se encuentran en cualquier supermercado o delicatessen de la zona a precios de importación  y eso sí,

los colegiales siguen llevando uniforme, los hijos se siguen emancipando hacia los 21, los salarios se siguen pagando sobre todo semanalmente, la moneda es la misma y todo sigue siendo carísimo...excepto el té, que salvo contadas distinciones, ya no se toma a las cinco.

miércoles, 21 de octubre de 2015

HUELLAS




Hay momentos en la vida que nunca se olvidan. Puede ser cualquier cosa, un juguete de tu niñez, un instante de risas en compañía, el dolor de un amor perdido, el aroma en una almohada después de una noche compartida, una sala de hospital llena de mujeres con vientres vacíos, el mar meciendote en una playa, la agonía de un ser querido antes de partir, el andén de una estación de tren de provincias en una mañana luminosa...

a veces aquél pequeño error que desemboca en un encuentro.

Menos mal que en la vida el misterio, todos los misterios están aún por descifrar, lo que te obliga a seguir aprendiendo, porque la madurez solo intensifica el misterio, nunca lo disminuye.

lunes, 19 de octubre de 2015

SOMERSET




Cuando empecé a estudiar literatura Británica, en concreto lo relacionado con las leyendas artúricas, me sentí desde el principio atraída por el condado de Somerset. En la leyenda, Ávalon estaba asociada a Glastonbury Tor, cuando los monjes de la abadía de Glastonbury afirmaron haber encontrado los restos del Rey Arturo y la reina Geneva. 
Parece que Glastonbury era ya para el año 700 un importante centro religioso y que ostentaba "la iglesia cristiana por encima del nivel del suelo más antigua del mundo en "la tierra mística de Ávalon", donde siempre según la leyenda, José de Arimatea habría llevado hasta allí el Santo Grial.

Gwlad yr Haf significa en lengua bretona, el País del Verano, una denominación de la que deriva el nombre actual del condado de Somerset, que es una contracción de la expresión inglesa Sommer Settlement.

Somerset tiene una larga tradición en arte, música y literatura. Los poetas románticos William Wordsworth y Samuel Taylor Coleridge escribieron mientras se encontraban en Coleridge Cottage y en Nether Stowey, y el novelista Evelyn Waugh pasó sus últimos años de vida en la villa de Combe Florey.
El festival de Glastonbury se celebra en Pilton y atrae a numerosos visitantes de todo el planeta y a artistas reconocidos a nivel mundial.

Mientras paseaba por todos estos lugares que habían habitado hasta entonces solo en mi imaginario, sentía que estaba viva y que estaba aprendiendo a vivir, que podía escuchar ese silencio elocuente que da sentido a lo pasado y a lo presente.
Después me senté en un bar frente a un sandwich de queso cheddar y una pinta de sidra del lugar y brindé (imaginariamente) por mi suerte. 


domingo, 18 de octubre de 2015

CUADRO DE HOPPER SIN RELOJ

                            Sunlights in cafeteria. Hopper


La mujer entra y pide al camarero una copa de vino tinto y una home sausage roll with English mustard, se sienta en el taburete y espera...

Se transforma en un reloj parado al que la gente mira con extrañeza.

sábado, 17 de octubre de 2015

BANSKY

    Obra de Bansky en la pared de un edificio en Park Street, Bristol.



La misma obra de Bansky, en el mismo lugar, un tiempo después.

viernes, 16 de octubre de 2015

TODO FLORECE EN UN AMBIENTE HÚMEDO


 Nací en los mares del sur siendo la menor de mis hermanos y mecida por unas aguas caprichosas que iban y venían apresuradas, ahora cubriéndome, ahora dejándome a la intemperie. Aprendí muy pronto a abrir en mi concha pequeños canales para dejar pasar, el aire, los peces y la arena hasta mis branquias.
Fui viajando atravesada por la sal de sur a norte, abierta y protegida, áspera y brillante. Las cálidas aguas del sur se desplazaban perezosas dejando en mi cuerpo manchas adultas. Todo parecía penetrarme y deshacerse y formar un mapa rugoso,  una corteza en lo externo. Así, despacio, llegaba al norte, retornaba al inicio, a mi lugar de origen; así. descansaba en una playa cuando te acercaste y me recogiste en tus manos.

La arena, los peces y el aire quedaron confinados, y cuando abriste la mano, una mancha de sal dibujó una silueta en tu palma.

lunes, 12 de octubre de 2015

PUENTES

               
                                                         Clifton Suspension Bridge

Mis ojos por haber sido puentes, son abismos. Antonio Porchia

El puente es uno de los símbolos más relevantes del catálogo de nuestros arquetipos colectivos. Suspendido sobre un río o sobre un abismo, es el elemento que vincula dos orillas.

Existen multitud de leyendas asociadas a puentes por todo el mundo, muchas de ellas hacen referencia a puentes malditos o relacionados con fuerzas misteriosas, reflejando el hecho de las dificultades y del empeño que debían de poner los constructores(pontifex: pontifice) para concluir la obra. 

Siendo un lugar mítico, el puente, está presente en las leyendas celtas, los relatos artúricos y en las tradiciones folclóricas emparentadas con ellos y suele reemplazar la figura del "barquero", aquel que traslada las almas al otro lado. 

Como símbolo que une dos aspectos diferentes del ser, es la posibilidad de avanzar hacia un estado diferente de conciencia. 
Es el nexo, la única posibilidad de acceso y como tal, el camino para salvar un obstáculo, el reto a superar.o en todo caso la angustia que suscita un paso difícil sobre un lugar peligroso. 

Siempre existe cierto riesgo al pasar un puente, al pasar de un estado a otro, algunos lo hacen solos, otros con ayuda. El puente nos sitúa ante una vía estrecha donde la obligación de escoger nos condena o nos salva.

A lo largo de mi vida he cruzado muchos puentes. Ayer crucé por vez primera el puente colgante de la ciudad de Bristol. Vivo muy cerca de él. Es un puente que cruza el desfiladero del río Avon. Por la noche, el puente iluminado ofrece una vista impresionante, sobre todo cuando se observa en la distancia.

Al cruzarlo me detuve un instante cerca de una chica que miraba fijamente hacia el desfiladero, pensé ¿y si salta?
¿Alguien nos puede salvar del salto? ¿Alguien nos puede tender un puente?




UFOs



Cuando preparaba la maleta para viajar a Inglaterra hace poco más de una semana empecé dejando montoncitos diversos encima de un sofá para ir haciéndome una idea de lo que podía ocuparme una vez reunido.
Me daba cuenta de que no iba a ser posible meter todo aquel contenido en una maleta incluso contando con el equipaje de mano y comencé a repasar cada montón para ver de dónde podía reducir volumen.
No era difícil quitar prendas de abrigo, algún par de zapatos e incluso productos cosméticos y de farmacia, que aumentan a medida que  la edad aumenta, pero lo que comprobé que era incapaz de reducir eran los diferentes gadgets con sus correspondientes enchufes, cargadores, auriculares, baterías, disco duro, alargadores, trasformador...toda una gama de UFOs (unwanted fundamental objects) es decir, objetos imprescindibles no deseados...

...por un momento me sentí completamente cableada.


domingo, 11 de octubre de 2015

TRANSBORDO




Hay épocas en la vida en la que necesitas un transbordo: pasar por esa estación y resolver la encrucijada incluso exponiéndote de nuevo a equivocarte, porque todos estamos hechos del error; la pureza de romper con una misma, de no estar conforme, de no avenirse al mundo como es.

jueves, 8 de octubre de 2015

HIPERCONECTIVIDAD

En un articulo reciente, el antropólogo Roger Bartra, mexicano hijo de exiliados catalanes, decía que el capitalismo tardío estaba sufriendo grandes mutaciones, que la modernidad estaba cambiando y que no se sabe a dónde se dirige. Afirmaba también que la globalización esta llena de grietas y que especialmente era patente en América Latina donde partes de la sociedad viven inmersas en la posmodernidad y otras continúan en otro siglo.

La escena que voy a relatar no se sitúa en Latino América, ni en Asia, ni en ningún país Árabe;la escena ocurre en una isla con moneda propia y fuerte, con peculiaridades culturales que la distinguen del resto de su continente, con una democracia consolidada, con un prestigio como potencia internacional, con menos impacto negativo derivado de la tan nombrada crisis económica que sus países vecinos, con una lengua predominante e imperante, cuya enseñanza- aprendizaje le supone un rentable negocio, uno de los más lucrativos que desarrolla.

La escena ocurre como ustedes han podido ya adivinar en El Reino Unido, en la ciudad de Bristol, como testigo.

Nos encontramos en "The English Language Centre" una escuela de prestigio que imparte lengua inglesa y otras elecciones optativas a un buen número de estudiantes llegados de diferentes (los que se lo pueden económicamente permitir) confines del mundo.
En la presentación del curso estamos reunidos los nuevos estudiantes para recibir una charla sobre el funcionamiento general de las clases y sentada a unos tres metros frente a mi, hay una mujer (supongo), completamente cubierta con una túnica negra (abaya)  para evitar transparencias y en la cabeza el velo ( hijab), negro también, dejando solo al descubierto las manos que sostienen y se deslizan nerviosamente sobre un smart phone de última generación. 
No puedo ver sus ojos porque están cubiertos, pero deduzco por la inclinación de su cabeza que su mirada esta fija en el teléfono, Tampoco sé de que país proviene, pero debe de ser de uno de esos donde los ricos son muy ricos, de Arabia Saudita, de los Emiratos Arabes, de Qatar...

Volviendo al comentario de Roger Bartra en el que alude a partes de una misma sociedad que viven en la modernidad y otras en otros siglos, habría que decir que hay casos como el que nos ocupa , en los que la modernidad y la edad media conviven de forma escandalosa, creando la lacerante impresión de la extrema soledad de alguien conectado a una pantalla y aislado de la interconexión gestual con el resto de los presentes. 

Un poco antes de esta escena, un hombre, vestido por completo como un occidental y sonriendo amablemente compartía conmigo la mesa de estudio. Ahora esta sentado junto a su esposa, sin ningún teléfono en las manos, escuchando atenta y relajadamente la charla. 

Todas las mañanas nos cruzamos en el vestíbulo, me saluda con una amplia sonrisa. Su esposa le sigue apenas un metro por detrás dejando tan solo a la vista su smart phone. 


sábado, 3 de octubre de 2015

DESPIERTA




En el relato "el viejo y el bar", Alejandro Fernández Aldasoro escribe:
Dicen que hay que luchar por los sueños. A mí, en general, me parece un mal consejo. Más que nada porque los sueños suelen provenir de la mente, y la mente no es de fiar. Te puedes pasar años peleando por algo que tu mente se ha inventado. Cosas de lo más ridículo. Como ser astronauta o escritor, como que alguien te quiera, como saltar seis metros con la pértiga o como ganar un premio gordo en las tragaperras. De ahí esa insatisfacción que dejan los sueños cumplidos. ¿Y ahora, qué?

jueves, 1 de octubre de 2015

OTOÑO

Desde la ventana me asomo a la ladera de una colina frondosa. El viento sacude las hojas en una melodía coral, relajada y vibrante.


Levanté con los dedos el cristal de las aguas, contemplé su silencio y me adentré en mi misma. 
Mª Victoria Atienza (Compás binario)