Marco Julio Robles es un joven mexicano, que se encuentra desde hace unos meses en Vitoria-Gasteiz trabajando en su tesis sobre el tema de la identidad en la obra de Esquilo bajo la dirección de Ana Iriarte, catedrática de Historia Antigua del País Vasco.
Aparte de este quehacer que le ha traído a Euskal Herria, hace unas semanas presentó su segundo libro de relatos titulado: "Diario Camaleón".
Son nueve relatos que mucho tienen que ver con ese animal mimético que va cambiando de color para adaptarse al de los objetos y situaciones que le rodean.
En cada historia, los personajes ya sean perro, mujer, travestido, joven universitario, conductor de coche, madre..., se van moviendo de manera prensil, asiéndose a las circunstancias hasta adaptarse al medio y dar con una salida aparentemente inverosímil pero redentora.
Son relatos que nos arrastran poco a poco, dónde el exceso despista la obsesión y el detalle es la puerta al reconocimiento, dónde se entra con prudencia y se sale trasformada por la identificación.
Los personajes de Marco Julio se mueven bajo el signo de la necesidad. No hay deseo, no saben lo que significa, al menos en términos Lacanianos. Algunos de los personajes son imposibles también en referencia a lo que Lacan llamaba "lo que no cesa de no escribirse".
No es una lectura fácil. El lector debe darse al relato por entero, bucear en su entramado hasta salir a la superficie y respirar.
El lenguaje es pulido, impecable, generoso y cálido (sobre todo para nosotros los lectores peninsulares que hemos ido perdiendo el gusto por las palabras hermosas) llevándonos a espacios inquietantes sin drama ni comedia, con la delicadeza propia de alguien que conoce el oficio y se sirve de la sencillez.
En mi opinión Marco Julio Robles va a dar que hablar en lo que se refiere a las buenas letras. Sí amigos, y sí no, al tiempo.
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